CUESTIONANDO LA EVOLUCION DEL LONGBOARD

Llevo  varios días leyendo diferentes opiniones sobre las maneras, estilos y predisposiciones del practicante de la modalidad del longboard.
Competición o concentración festivalera, purismo al estilo clásico o moderno, métodos de puntación etc. etc.

Me parece que muchas veces nos empeñamos en aislar cada faceta de esta modalidad, cuando en mi opinión, todo es una consecuencia de la misma.

Los materiales para la construcción de las tablas de surf han evolucionado desde los inicios, y esto redunda directamente en las posibilidades que se le ofrecen al deportista.
Al tratarse de una modalidad minorista dentro del surf, y que además a resurgido con fuerza en los últimos años, su desarrollo va algo más retrasado que la evolución sufrida en el surf desde los setenta hasta la fecha. Recuerdo las mismas cuestiones en el surf de tabla corta a finales de los setenta con la aparición de los TWINFINS y de los primeros THREEFINS,  la radicalización que supuso en las maniobras y sobre todo en la competición.
El mismo ejemplo lo podemos ver hoy día con las nuevas maniobras, sobrepasando todos los límites.Hoy en competición el surfer de nueva generación que no sepa realizar aereos potentes, le costará mucho mantener el tipo.

La cuestión está más en la adecuación al momento que vivimos , que en la exclusión de las diferentes tendencias, clásico o moderno.
Que hubiera sido de KELLY SLATER, si en sus años de carrera deportiva no hubiera sido capaz de adaptarse a las nuevas tendencias en la competición.
En el longboard ocurre igual, posiblemente Dora, Carson o Weber, hubieran podido reinventarse si las tablas hubieran sido otras.
Sobre la cuestión de la competición, como en todos los deportes, la natural competitivadad humana tiene que estar regulada y valorada según criterios establecidos iguales para todo tipo de competición. Distinto es que en la difícil y subjetiva tarea de juez, se apliquen los criterios correctamente.

ALBERTO FERNANDEZ

Los destacados del longboard actual como Joel Tudor, Alex, Beau , Ben Skinner ,etc compiten, realizan maniobras espectaculares y de las llamadas clásicas, manteniendo su personal estilo.
En el panorama nacional, nos gusta cuestionarlo todo, que si la competición no es para el long, que si tenemos poco eventos para competir, que si esta modalidad es mejor o peor que aquella, etc, etc, pero la realidad es que luego hay poca implicación por parte del practicante en las pocas ocasiones que se promueven, con escusas tan ridículas como no estar federado, discrepancias con los diferentes circuitos de competición (ASP, ETL, nacional, etc),etc etc... siendo al final la pescadilla que se muerde la cola: no hay más competiciones, porque no hay suficientes participantes y no tenemos más nivel, porque la cantera no tiene donde medirse.

ALBERTO FERNANDEZ

Puedo entender la crítica a la radicalidad con el longboard, si le aplicamos el dicho popular, de que el practicante es normalmente una persona ya de cierta edad, o estado físico que busca en el long, un surfing más tranquilo, pero aun siendo completamente legítimo, no tiene porqué significar una barrera a los límites o evolución  de esta modalidad, al igual que ha sucedido en cualquier deporte.
Poder surfear una ola enorme, realizar un hang ten  en una mini ola , un floater en un cerrote potente con toda el long fuera del agua o un giro redondo y estilizado, va a depender de la habilidad del surfista, que es el que decide al fin lo que tiene que hacer en cada momento de su ola.
Personalmente me parecen increibles, de una belleza espectacular, y que requiere una forma física notable para estar al mejor nivel.

BEN SKINER

En definitiva y siempre defendiendo la libertad que el surfing ofrece, pienso que lo que debe primar, independientemente de las cuestiones anteriores, es el estilo del longboarder: la naturalidad y personalidad, resumido en la esencia, que es "MOSTRAR ELEGANCIA EN MOMENTOS DE MAXIMA TENSION".

VIDEO: DANCING ON SOUL WATER, longboarder ALBERTO FERNANDEZ