GUETOS DE VACANCES

Colapso anunciado...

La predicciones nos contaban días de norte y mucha limitación en cuanto a los spots que eran susceptibles de ser surfeados en condiciones de mínima calidad, y efectivamente se ha cumplido.

El resultado ha sido la masificación mas grande que yo recuerdo en los últimos treinta años de constantes paseos por las costas portuguesas.

Además tenemos que añadir, por aquello de las vacaciones de semana santa, un plus de aquellos que no buscan olas, pero si un rincón donde pasar un fin de semana de fiesta.

Una amalgama de personajes con funciones completamente divergentes que lógicamente chocan en los aspectos más básicos de la convivencia.

Unos después de un día de agua pretenden dormir temprano para estar con las primeras luces en el tajo, otros quieren fiesta después de un día de sol y arena.

Todo esto aliñado con un hacinamiento impropio del lugar donde el metro cuadrado se cotizaba por encima de los precios que marca la crisis, da como resultado un gueto, de singular aspecto, que visto desde los ojos de los dueños naturales del lugar, nos traerá consecuencias no gratas a los habituales de esas costas.